Notas de Prensa

Una estancia en Manaclar

Nunca pensamos que a tan solo 45 minutos de la ciudad de Santo Domingo, puede existir tanta hermosura, con un clima que alcanza los 12 grados centígrados y una brisa que se siente venir de este a oeste en el día y de norte a sur en las noches.  Al llegar a Bani tomamos la carretera de Mendoza donde a tan solo en 20 minutos nos dirigimos  a este paradisiaco y magnifico lugar llamado, Manaclar.

 

La familia Landestoy fueron nuestros anfitriones para mostrarnos la belleza del lugar. Toda personalidad que llega a Manaclar, siempre  termina visitando a los landestoy, quienes tienen fama de ser buenos anfitriones y gente de muy buen corazón.
Una estadía en el chalet de la Familia Landestoy es disfrutar de un recorrido gastronómico por la Republica Dominicana. Entre un buen sancocho, un bacalao guisado y aguacates frescos, las veladas hacen honor a la sabrosa Cocina Dominicana, creando experiencias únicas. Rafael Landestoy nos comentó que su abuelo le enseñó que todas las cosas que el producía era un bien de Dios y que había que compartirlo. Por lo que para él es placentero compartir la comida y vivir momentos especiales con las personas humildes.  Su esposa la señora Magnolia Landestoy nos transmitió su amor por Manaclar y nos mostró cada lugar de su residencia de descanso, la cual  tiene a sus pies las luces de la ciudad de Santo Domingo. Entre madera rústica y rodeada de una frondosa vegetación, esta casa de veraneo tiene el calor familiar que cualquiera desea para pasar un fin de semana inolvidable y poder disfrutar del descanso pleno.

 

En Manaclar hay hermosos árboles y en los patios de las  casas es común ver gallos, y  guineas, mientras en las calles encuentras burros y caballos. En este lugar habitan unas 610 personas las cuales viven de la siembra del café, zanahoria, cilántrico y aguacate. Le llaman Manaclar porque hace muchos años atrás las montañas estaban copadas de Manaclar, que es un árbol parecido a la palma.

José Manuel López tiene 34 años viviendo en Manaclar y desde hace 30 años ejerce la función de alcalde.  Este es un defensor del Medio Ambiente y de la riqueza natural que tiene la montaña. En Manaclar está su vida y lo ha conseguido realizando una labor interna de reforestación para preservar el valor natural del lugar.

 

Cabe destacar que durante el inolvidable paseo por la zona, también conocimos un parador  donde pruebas los famosos coconetes o bien me sabe. Así mismo también pudimos ver como se seca el café y hasta probamos un dulce de leche cortada muy fresco y delicioso.

 

Bani está lleno de muchas sorpresas y nosotros pudimos descubrir una de ellas, Manaclar un encanto natural para aquellos que aman la tranquilidad y que les gusta respirar aire puro. Por lo que cuando pasen por Bani les recomendamos visitarlo y llevar un buen abrigo para que puedan pasar una estancia inolvidable.

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