El refresco es una de las bebidas más comunes y demandadas en la sociedad, su ingesta ha llegado a sustituir los productos líquidos importantes para el cuerpo como lo es la leche, jugos naturales y agua, siendo este último uno de los más importantes. Sin embargo este no aporta ningún efecto positivo y sus efectos nocivos son irreparables.
El consumo de refrescos aumenta el riesgo de enfermedades crónicas como diabetes, obesidad, problemas del corazón, osteoporosis, cálculos y problemas renales. Estos en su gran mayoría contienen agua carbonatada componente que se asocia con los cálculos renales, cafeína, para provocar adicción en los consumidores más que para darle sabor, ácido cítrico que puede causar erosión de la dentadura e irritación local, benzoato potásico este es un conservante, bactericida y fungicida que reacciones alérgicas.
A nivel mundial el consumo de refrescos ha superado la ingesta del agua, estudios realizados en universidad de Harvard comprueban que solo en Estados Unidos se consumen 57 litros de refresco por persona cada año y se derrochan cerca de $ 3,2 mil millones de dólares para la propaganda de refrescos.
Dando seguimiento a esta investigación se ha comprobado que el cuerpo comienza a experimentar un accidente de azúcar en la sangre, con la conexión de sodio a la epidemia de obesidad ya que están entrelazadas aumentando el riesgo de obesidad 1,6 veces.
Además de la amenaza de llegar a los niveles de obesidad , los investigadores también encontraron después de seguir 40.000 hombres durante dos décadas , los que tomaron una bebida azucarada al día tenían un riesgo 20 por ciento de tener un ataque al corazón .
Se ha podido detectar que tan pronto es notificado el exceso de soda en el páncreas el cuerpo rápidamente comienza a generar la insulina girando azúcar en grasa para su almacenamiento. Los niños que empiezan desde temprano a ingerir refrescos un 80 % desarrollar diabetes tipo 2 lo cual ocasiona problemas renales, reproductivos, osteoporosis, asma y esmalte de dientes dañados.
Fuentes de investigación de Foodwatch Alemania ha puesto en marcha una campaña informativa para tratar de concienciar a los consumidores que las industrias de refrescos y bebidas azucaradas no quieren entrar en un debate sobre los peligros que ofrecen sus productos con cantidades ingentes de azúcar desarrollando enfermedades catastróficas.
Según Foodwatch, Alemania es uno de los países que más azúcar consume a través de los refrescos de Europa, según datos facilitados por la Universidad de Carolina del Norte (Estados Unidos) y la Universidad de la ciudad de Londres (Reino Unido).
Diversas investigaciones muestran que la ingesta de estas bebidas gaseosas no contribuyen nutrientes indispensables, sólo brindan calorías vacías, tienen efecto diurético, diabetes tipo 2, nerviosismo e insomnio.
Debido a los efectos que pueden ocasionar el consumo de refrescos, expertos recomiendan que no se consuman a diario y que en cambio tomen jugos naturales y agua, ya que escoger opciones naturales y sanas pueden prolongar la vida y ayudar a tener un metabolismo más enérgico y saludables.
